¿Realizáis impresión 3D en metal? Se trata de una de las preguntas que recibimos más a menudo. Y es normal, la mayoría de nuestros clientes asumen que, al dedicarnos a la ingeniería industrial y a la maquinaria del sector del metal, trabajamos con manufactura aditiva en metal. Pero la respuesta es no, señores. Pero, ¿Por qué no? Te lo explicamos a continuación:
Post procesado largo y complejo
Cuando imprimimos en metal, las piezas necesitan un trabajo de post proceso muy largo, complejo y costoso, a todos los efectos. Algo que no sucede cuando lo hacemos con polímeros, como por ejemplo el PA12, material con el que nosotros sí trabajamos.
A diferencia, cuando lo hacemos con metal, además tenemos que usar un soporte para la pieza que se está imprimiendo y que luego hay que quitar. Este hecho implica horas de trabajo y unos costes añadidos con el material y la fabricación de un soporte que luego hay que desechar. Además, la pieza, una vez impresa, debe pulirse, una tarea que requiere horas de trabajo y que, por tanto, encarece los costes.
Interior de la pieza
Además, el interior de las piezas impresas en metal tienen que ser montadas con estructuras internas, que requieren fuerzas mecánicas superiores, para que tengan una gran capacidad de soporte. El caso es que las piezas no pueden ser sólidas y necesitan una estructura reticular interior que implica que haya orificios para sacar el polvo representado, por tanto, aún más tiempo dedicado al post procesado.
En cambio, las piezas impresas en polvo de plástico pueden tener algún defecto interior, pero desde S3 Advanced Engineering podemos controlar en todo momento el proceso y garantizar que salga bien. En el caso de metal, no es tan fácil garantizar que no existe una micro factura o un poro, a no ser que se haga uso de maquinaria muy específica para controlarlo; algo que encarecería increíblemente el proceso.
Ventajas y desventajas
Desde S3 Advanced Engineering creemos que la impresión en metal es un proceso válido si existe un proyecto que requiera en concreto este material. Lo vemos como un proceso más complementario y lo hemos desestimado, de momento, porque no creemos que se trate de una tecnología rentable para nuestros clientes; teniendo en cuenta que la manufactura aditiva con polímeros cubre todas las necesidades que encontramos en la industria -o la mayoría- e implica valores añadidos para el producto final como ligereza, propiedades mecánicas, reducción de los costes o rapidez. Unas ventajas que no todas se pueden garantizar con la impresión 3D en metal.
¿Por qué tipo de Additive Manufacturing apostamos?
En S3 Advanced Engineering hemos apostado por el SLS y el MJF, ya que hemos llegado a la conclusión que cubre perfectamente las necesidades detectadas en el ámbito industrial y aportan además un gran número de beneficios. Los materiales que usamos, el PA12 y sus variantes, son una gran opción. Eso sí, siempre y cuando exista un especialista que sea capaz de trabajar los proyectos, calculando y diseñando, desde el principio, y pensando la función que van a tener las piezas y de qué manera van a ser optimizadas para que cumpla mejor su función.
Desmontando los mitos del plástico
El plástico en sí mismo no es para nada un mal material, si se sabe trabajar correctamente y sacar el máximo partido. Existen muchos prejuicios iniciales a trabajar con plástico y es normal, no estamos acostumbrados a verlo como un material resistente y que aporte beneficios en el sector industrial. Pero nada más lejos de la realidad: si tenemos los conocimientos adecuados y sabemos trabajar los plásticos, son una excelente opción, que además incorporan ventajas innovadoras que no encontramos en el metal. Nuestra experiencia, y la experiencia que nos avala des del grupo S3 Advanced Engineering como mayor fabricante del sector industrial de estructura metálica del mundo, nos han llevado a estas conclusiones.